Kasria (Tetuán) Recorrer la medina, despertar el sentido del olfato tan dormido como atrofiado.Los colores, los frutos saturados. Las intrincadas calles se cruzan y mezclan, infinidad de veces.
Impresiones que no se olvidan, que invitan al retorno... Las columnas de Volubilis vuelan hacia el cielo. Son huellas del pasado que nos unen, como las cigüeñas en la Shella, inquilinas trashumantes. La tierra, los pozos de color, olor, sudor... La puesta de sol marca el fin de la jornada, los solitarios círculos, paisaje escondido de Marruecos.
Encuentros y desencuentros, olores y sabores cambiados, destilando vida. Recordando que estamos vivos
Myriam de Arriba